Considerando outras voces
sábado, 1 de agosto do 2009, por isaac-cordal.

Hola a todo el mundo.

Indico un enlace a un artículo donde se da cuenta del breve ensayo de Vincent Gray (incluyo su versión original en pdf adjunto), crítico del IPCC que denuncia las falsedades de esta organización desde su primer informe en 1990, sobre cambio climático:http://www.libertaddigital.com/sociedad/un-miembro-del-ipcc-destapa-la-gran-mentira-del-cambio-climatico-1276335809/

Podemos leer cosas como:

[…] La teoría del CO2 como “asesino del clima” no ha podido ser demostrada experimentalmente, a pesar de las ingentes cantidades de dinero y recursos humanos en ello invertidas. Al contrario, a pesar del continuo aumento en las emisiones de CO2, las temperaturas globales no aumentan desde 2000 por encima de los niveles de 1998, incluso han experimentado un notable descenso en los últimos tres años. […]

Podríamos preguntarnos: ¿por qué querría alguien imponer la noción de un cambio climático antropogénico aunque no fuese cierto?

Spinning th climate

El ensayo de Gray afirma:

[…] Esta Convención inició un sistema de reducción obligatoria de gases de efecto invernadero por parte de los gobiernos del “Annex I”, que progresivamente ha llegado a provocar grandes desastres económicos en muchos países.[...]

En el archivo de audio que adjunto, podemos escuchar al historiador norteamericano Webster Griffin Tarpley.

[Traducción]: “el calentamiento global antropogénico es un fraude. En otras palabras, la idea de que el planeta se está calentando y que la actividad humana es de algún modo responsable, es un fraude pseudo-científico, una gran mentira[...] el calentamiento global causado por la actividad humana. Y la respuesta a esto es un impuesto sobre el carbono más “cap-and-trade”, de acuerdo con los intereses de Al Gore, el príncipe Carlos y, básicamente, la totalidad de la comunidad de banqueros, la oligarquía mundial. Lo que ellos tratan de hacer con esto es perpetuar el sistema actual donde los banqueros rigen el mundo, los financistas rigen el mundo, y el resto de nosotros obtenemos las migajas de la mesa. Pero recuerda, si intentas instalar un “cap-and-trade” y un impuesto sobre el carbono por el calentamiento global, con la idea de que vas a salvar a los osos polares, lo que harás será destruir la sociedad humana. Generarás un genocidio a escala masiva. Las muertes se contarán en cientos de millones y, de hecho, en miles de millones. La sola idea del calentamiento global significa que no habrá desarrollo para África, ni para las partes más pobres del sureste asiático, ni recuperación de ningún tipo para la economía mundial, jamás en la vida. Por tanto, es importante desenmascarar y combatir el fraude pseudo-científico del calentamiento global. Una cosa más sobre esto: no necesitas un climatólogo para saber que esto es un fraude. Soy historiador y puedo decirte que en el último millar de años tenemos un período de muy altas temperaturas llamado el Período Cálido Medieval, con todo tipo de uvas y cosas semi-tropicales que estaban creciendo muy lejos, en el hemisferio norte. Eso fue alrededor del 1100 o 1200. Se corresponde con un momento de máximos en las manchas solares. Ahora mismo, podemos decir que vamos hacia un período de máximas en el que habrá calentamiento, pero estamos dentro de los límites del período cálido medieval. Entorno al 1600 o 1650 hubo una era glaciar en el norte de Europa. El Mar del Norte estaba repleto de hielo, los puertos alemanes, holandeses e ingleses estaban repletos de hielo. Esto corresponde con un momento de mínimas de la actividad de manchas solares, la mínima de Spörer y la mínima de Maunder. Por tanto, esto ha tenido mucho que ver con la actividad solar. Podemos ver que muchos planetas, no sólo La Tierra, se están calentando ligeramente como consecuencia del aumento de la actividad solar. Pero estamos dentro de los mínimos. Así que lo que los oligarcas claman ser un caso científico manifiesto y claro, es en realidad un sinsentido pseudo-científico y debe ser rechazado”.

Escoitar o historiador Webster Griffin Tarpley

Manchas solares, banqueros, impuestos... Parece que esto es en realidad el viejo cuento del “cap&trade”: fijar un límite general (en este caso se trataría de un límite de emisiones de carbono) y luego comerciar con los intercambios de tasas de ese límite según las leyes de mercado tradicionales, lo que en la práctica se traduce en que tendrán derecho a “contaminar” quienes puedan pagárselo, y por supuesto, quienes pueden pagárselo son las burguesías del primer mundo (que subrepticiamente promueven la imposición del “cap&trade”). Y gracias a que pueden “contaminar” más, no dejan de desarrollar sus negocios, al tiempo que limitan los de los que no pueden pagar esas tasas, quedando relegados a la miseria.

Es decir, los Amos de la “Economía dolarizada” necesitan reservar el petróleo para las naciones del primer mundo (el solitario imperio anglo-americano de los banqueros y su pandilla de naciones aliadas de la OTAN), porque ellos saben que el pico petrolero se ha superado en 2006, lo cual quiere decir que la economía humana basada en la producción del petróleo está próxima a terminar. En veinte años o en ochenta, esto es indiferente, el caso es que ya se vislumbra su final.

Así que, ¿cómo negar (a las economías emergentes) el acceso a la producción petrolera decreciente? Respuesta: imponiendo los impuestos sobre el carbono y de “cap-and-trade”, por medio de una falsa preocupación por el ambiente basada en mentiras pseudo-científicas. Esto, en la práctica, lo veremos en forma de tasas impositivas cada vez más gravosas y absurdas. Los coches, por ejemplo, seguirán siendo contaminantes, pero vendrán con la tecnología necesaria para cobrar por kilómetro recorrido (ya se está experimentando en Holanda, por ejemplo). Así, sólo el adinerado que pueda pagar por lo que contamina tendrá derecho a rodar. Seguiremos viendo novedades automovilísticas que consumen 20L. cada 100Km., pero como mucha más gente no podrá permitirse el circular en automóvil, será verdad el cuento de que se contamina menos... ¡pero a costa de reducir a la clase obrera a niveles de implementación tecnológica similares a los de finales del siglo XIX, y reduciendo la cuota del mercado automovilístico de los países menos pudientes! Igualmente, la producción de alimentos (agricultura, ganadería, envasado, etc.) emite unas cantidades de dióxido de carbono que por quedar grabadas impositivamente, dejarán fuera de circulación a multitud de productores de todo el mundo, incluidos medianos y grandes productores de las economías emergentes, en una nueva versión ampliada de creación de pobreza como la que fue la Revolución Verde. Quedarán así, al fin, unos pocos monopolios con la titularidad de la producción mundial de alimentos. ¿Adivinan quienes? Monsanto y las otras (pocas) compañías de “las ciencias de la vida”, por supuesto, que para eso han patentado tantas semillas programadas genéticamente para competir con las de ancestrales culturas campesinas de todo el mundo.Y lo mismo para otros muchos sectores de la economía humana.

En este otro artículo se da una visión con algunas de las claves sobre la “otra teoría del cambio climático”,
http://www.voltairenet.org/article156193.html#article156193

que nada tiene que ver con la negación del cambio climático. Independientemente de que las consideraciones sobre la actividad solar puedan demostrarse, científicamente, como exageradas (pues hay muchas variables a tener en cuenta, no sólo el Sol y la acción humana) lo cierto es que los llamados “escépticos” del cambio climático no son más que una invención, un recurso a la técnica propagandística conocida como dialéctica de la confrontación, que consiste en formar dos orientaciones de opinión preclaras y maniqueas, ambas provistas de buenos argumentos a su favor (lo que se consigue manipulando la información que llega a través de los medios de prensa). Es lo que en el mundo de la publicidad expresan con el tópico “la polémica vende”. En este caso, los patrocinadores del /cambio climático antropogénico/ estarían calificando como /negadores del cambio/ /climático/ a aquellos que en realidad son negadores del cambio climático antropogénico. Este juego de sutilezas terminológicas ayuda a que la ciudadanía se confunda, y fomenta por tanto la simplificación de las cuestiones de fondo y una dialéctica de la confrontación orientada a estigmatizar, de modo maniqueo, a todo aquel que se atreva a impugnar en público la falsa afirmación de que las emisiones de carbono están provocando un calentamiento global.

En honor a la verdad, hay que decir que los factores de contaminación humana (como el efecto de desertificación provocada por la Revolución Verde, la agricultura a gran escala o las políticas de urbanización irresponsables) efectivamente son nocivas, pero no tanto para el clima global como para los ecosistemas locales y el desarrollo económico de sus habitantes. Pero esos son temas en los que los abanderados de la conciencia por el cambio climático como Al Gore no entran, y prefieren centrarse en los gases de efecto invernadero de los que, por cierto, ellos son los mayores productores.

Aquí se pueden encontrar algunas referencias sobre Al Gore:

artículo de noviembre de 2007

http://www.expansion.com/2007/11/19/empresas/1059178.html

artículo de octubre de 2007

http://www.kaosenlared.net/noticia.php?id_noticia=42914

artículo de octubre de 2007

http://www.voltairenet.org/article152191.html

artículo de marzo de 2007

http://www.ecoportal.net/content/view/full/67937

La cuestión que se plantea no es si el cambio climático está ocurriendo, sino porqué está ocurriendo. De modo que al decir “escépticos del cambio climático” se miente, se utilizan esas palabras como un lavabo de cerebro, una mentira goebbeliana, una /religio/, un releer que deviene religión precisamente por esa fuerza de la palabra y la repetición, y que busca ligar emocionalmente la voz disidente con la conciencia del /crimen/ (equivalente burocrático del pecado religioso). Y esto sea dicho sin menoscabo del buen criterio de los argumentos que, perspicazmente, señalan a ciertos sectores de la burguesía (aquellos que presumiblemente saldrán perdiendo si se aplican los impuestos sobre el carbono) como los promotores de las teorías contrarias a los informes del IPCC.Ciertamente, existen grandes conglomerados empresariales a los que no interesa en absoluto toda esta moda del calentamiento global antropogénico. Pero que se vean forzados, por su propia conveniencia, a confrontarse con otros sectores todavía más poderosos (el conglomerado industrial-militar y energético que opera en Wall Street) no hace a sus denuncias menos legítimas. Más bien habría que reprocharles el no haberse confrontado a la oligarquía financiera mucho antes. Porque, no habiendo visto hasta ahora los dientes del lobo, nunca les importó beneficiarse de la cadena de explotación que sojuzga a los pueblos del mundo. Pero que ahora reaccionen sólo por la pura emergencia de la necesidad, no hace que sus rivales (Al Gore y compañía) sean menos mentirosos. Mienten, y un ensayo como el de Vincent Gray aporta pruebas en ese sentido. Un desmentido o crítica en contra deberá aportar datos tanto o más elocuentes que los ya expuestos. Debe ser así si pretendemos un debate serio y racional sobre el asunto. ¡Cuántas veces se ha hecho en España referencia a aquellas palabras del innombrable ex presidente del bigote, en las que negaba el cambio climático! ¡O cuántas a aquellas otras de su sucesor a propósito de no se sabe qué primo! Tantas veces se alude a esas palabras en conversaciones de cafetería, reuniones familiares y blogs de la red, que a uno le da por preguntarse si no les habrían dado consigna para que las pronunciasen, precisamente para desautorizar a todos los ahora llamados “escépticos” (/- ¡cállate, que eres un escéptico como el facha de Aznar!/), que como ya he dicho no son escépticos del cambio climático, sino contrarios a la teoría del cambio climático antropogénico.

Yo mismo indico en el primer enlace un artículo de Libertad Digital, estandarte periodístico de la ultraderecha española más rancia, que no repara en ataques contra Al Gore. ¿Eso quita credibilidad a los datos que Vincent Gray aporta en el ensayo al que ese artículo hace referencia? Quizá podríamos contestar que sí, pero entonces, ¿qué tendríamos que pensar sobre el hecho de que sea precisamente la oligarquía de Wall Street la que nos alerte sobre el cambio climático y la necesidad de no contaminar? ¿Acaso nos merece más credibilidad Al Gore y el IPCC que Libertad Digital? ¿No habría que concluir mejor, que intencionadamente se da voz a los críticos del IPCC en ciertos medios de prensa precisamente para desacreditar a esos críticos, bien con la connivencia de los periodistas de la derecha necrófila, bien dando a esos periodistas carnaza para utilizar sus intereses sin que ellos sean conscientes? En este sentido, basta el ejemplo del necrófilo español Jiménez Losantos que, en su estupidez, asegura, entre otras cosas, que lo del cambio climático es un invento de los grupos ecologistas y antiglobalización. Una de dos: o es tan estúpido como para inventarse semejante tontería, o es tan estúpido como para creérsela. Pero cuidado, con esto no estoy diciendo que yo piense que los grupos ecologistas y antiglobalización no formen parte del gran engaño. Lo que estoy diciendo es que Jiménez Losantos es lo bastante mentiroso, o bien ingenuo, o ambas cosas, como para afirmar que el engaño original provenga de esos grupos, exculpando así a los verdaderos artífices de toda esta propaganda y lavado de cerebro sobre el cambio climático. Los grupos ecologistas, como las ONG y, en menor escala, los activistas antiglobalización, son núcleos de activismo y propaganda habitados por una mayoría de individuos bienintencionados (es un decir) y una minoría de cerebros pensantes a sueldo de los oligarcas, que de este modo se fabrican a sus propios “detractores” a medida. Así es cómo se fomenta esa dialéctica de la confrontación. La confrontación vende, tanto como el humor o el sexo. En definitiva, la cuestión, desde la perspectiva de la ciencia, no es si el /Cambio/ está ocurriendo, sino porqué está ocurriendo. Y esta pregunta nos debería llevar a otras:

 ¿por qué se tolera que, en nombre de la ciencia, aparezcan versiones tan distintas y tan descaradamente interesadas, para explicar un mismo fenómeno (lo cual no es acorde con el verdadero espíritu del /saber)/?

 si la respuesta fuese que son en realidad las “burguesías adictas a la contaminación” las que mienten, contrariando al IPCC nada más que por la pura conveniencia de sus negocios, entonces ¿cómo entender que se erijan en abanderados de la “conciencia ecológica” miembros de las corporaciones que más han contaminado durante décadas y que tienen mucho que ganar si se aplican las tasas de impuestos sobre el carbono, pues quedarán ellos como amos de unos poquísimos monopolios energéticos de capitales hiperconcentrados (el caso de Al Gore es un ejemplo paradigmático de esto, pero no el único)?

 ¿acaso hemos olvidado que son precisamente las corporaciones más contaminadoras, las mismas que más han invertido en desarrollo de energías no contaminantes, pues es suyo el monopolio de la investigación de fuentes de energía?

 ¿acaso no han tenido esas corporaciones, desde hace más de 80 años, la posibilidad de evitar la contaminación que ahora claman querer combatir?

 ¿acaso no hay una gran hipocresía en pretender contaminar menos, pero sin dejar de contaminar mucho?

Algo no cuadra. A mí me sale una contradicción clarísima.

Para terminar, un ejemplo de cómo está la situación de (intencionadamente) confusa:

http://www.kaosenlared.net/noticia/propaganda-guerra-cambio-climatico

remito en este enlace a un artículo (muy bien escrito e interesante) que sostiene la visión contraria a la que yo sostengo en este mensaje. Lo más notable, sin embargo, es que está publicado en una página web muy conocida por su discurso abiertamente anticapitalista, de tendencia socialista. Cada cual que saque sus propias conclusiones.

saludos_________

— 
Durán Vázquez____________
netnewmusic.ning.com/profile/DuranVazquez

Comentarios
1 de agosto do 2009 10:10, por Carlos Suárez

Parabén por este artigo Adán. . .

Certamente probar cientificamente o calentamento global é moi difícil. Pero é un tema jugoso para os políticos que xogan coa nosa mente.

É curioso que non falen de temas realmente graves como a deforestación, a unha taxa de 30 campos de futbol por segundo ou a desaparición de especies que os científicos optimistas fixan de 20.000 ao ano.

A destrución da masa vexetal do planeta e a biodiversidade non lles xera rendemento político. E no fondo tampouco lles interesa frear esta destrución pois é o que alimenta o ritmo actual de crecemento do capital.

Apertas a todos.

11 de maio do 2010 06:38, por Durán Vázquez

Siguiendo con el tema del cambio climático antropogénico (¡esa gran MENTIRA...!) les animo a leer este artículo tan entretenido de Julie Lévesque que reparte candela a diestro y siniestro, poniendo a la misma altura (la de la mierda, que es la que les corresponde) a gentuza tan aparentemente variada como Hugo Chávez, los Rockfeller, las ONGs, etc.:
http://rebelion.org/noticia.php?id=105534

Podemos leer cosas como:

“La obsesión climática basada en un llamado consenso se manipula a alto nivel y lo que se nos presenta como disidencia no lo es verdaderamente.[...] ¿No resulta extraño que los grupos que se dicen disidentes, progresistas o poco importa qué calificativo que suene de izquierda estén todos o casi todos financiados por las potencias contra las que pretenden luchar?”

Todo esto, cómo no, aderezado con la pertinente ración de datos concretos y contrastables... para tapar la boca de quienes tengan la tentación de poner en duda lo que la autora afirma. Otro modo de ilustrar aquello a lo que me refería cuando escribí que los oligarcas se fabrican a sus propios “detractores” a medida para así fomentar la dialéctica de la confrontación.

También tenemos citas de expertos como:

“La guerra [...] en el fondo sólo es la expresión de rivalidades económicas.”

;-) Más claro, ni el agua. Esto va para todos los amigos y amigas que todavía tienen remilgos a la hora de comprender que no se incurre en economicismo simplemente por afirmar el carácter determinante de los aspectos económicos en la praxis del saber humano.

12 de maio do 2010 07:13, por Durán Vázquez

Otra recomendación sobre el tema de la ecología/propaganda, la brillante serie de 3 artículos de Thierry Meyssan, recientemente publicados:

http://www.voltairenet.org/article165128.html

http://www.voltairenet.org/article165149.html

http://voltairenet.org/article165214.html

Es de apreciar la perspectiva histórica que Meyssan imprime a sus artículos, sintética y directa a las cuestiones de fondo, también aportando datos contrastables, independientemente de que se esté o no de acuerdo con las interpretaciones que él hace de los hechos.

23 de xuño do 2010 03:01, por Durán Vázquez

Algunos apuntes sobre geoingeniería y lo que se pretende hacer con ella:

http://rebelion.org/noticia.php?id=108415

En este artículo podemos leer: "[...]científicos provenientes de esos mismos países convergen en decir que la democracia no es útil para enfrentar las crisis. Proclaman que ellos tendrán que salvar al planeta y a la humanidad, aunque sea a la fuerza y contra nuestra voluntad. James Lovelock, famoso científico preocupado por el ambiente, declaró que "habrá que poner la democracia en pausa" ( The Guardian, 29/3/10)."

19 de xullo do 2010 03:59, por Durán Vázquez

Aquí dejo un artículo que ilustra brevemente qué son los programas Redd:

http://www.jornada.unam.mx/2010/07/17/index.php?section=opinion&article=025a1eco

En él podemos leer: "En la convención sobre cambio climático se refieren en Redd a "deforestación evitada" y no a "evitar la deforestación". Parece una distracción semántica, pero las consecuencias son tremendas: no se trata de apoyar a quienes realmente evitan la deforestación, sino de pagar a quienes ya deforestan y lucran con ello, para que deforesten un poco menos, pagándoles lo que dejarían de ganar. Es la misma lógica del Mecanismo de desarrollo limpio de esa convención, que sólo apoya a quienes tengan desarrollo sucio pagándoles para que ensucien un poco menos. No son apoyos para quienes no contaminan o no deforestan, sino solamente para los que sí lo hacen. El programa premia a los mayores deforestadores (cuanto más grandes más ganan) y estimula la deforestación para poder cobrar por dejar de hacerlo (luego de haber lucrado primero con ella)."

Está claro, el Cambio Climático, con la presunción de que sea antropogénico o sin ella, es un gran negocio de los contaminadores para los contaminadores. Otro indicio que debiera llevarnos a dudar de la susodicha "crisis climática". La única crisis es la de un capitalismo que intenta seguir en pie sobre sus propias ruinas, y que tanto más aguanta, tanto más se arruina.

17 de agosto do 2010 11:35, por Durán Vázquez

Este verano de 2010 se están dando desgracias debidas a la "meteorología", de gran magnitud, todas al mismo tiempo: inundaciones en Pakistán, en India, en parte de Europa, corrimientos de tierra en China, ola de calor incendiaria en Rusia, grandes sequías en África,...

Era sólo cuestión de tiempo que la palabrería/propaganda/lavado de cerebro de las grandes instituciones internacionales, englobara todos estos sucesos para referirlos a una sola causa: el cambio climático. Hoy, día 17 de agosto, el canal 24h de TVE se hacía eco de la noticia:

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/ONU/alerta/mundo/vive/tiempo/extremo/precedentes/elpepisoc/20100813elpepisoc_6/Tes?print=1

http://diario.latercera.com/2010/08/17/01/contenido/tendencias/16-35781-9-onu-advierte-sobre-climas-extremos-en-el-mundo.shtml

http://www.vanguardia.com.mx/viveelmundoriesgossinprecedentesonu-531024.html

La ONU insiste en que el llamado cambio climático (en realidad un eufemismo torticero para referirse a cambio climático antropogénico) es algo más que una campaña de desinformación, pero no lo es.

4 de setembro do 2010 14:51, por Durán Vázquez

Indico aquí un breve resumen de datos en forma de artículo escrito por Andrew Gavin Marshall para la web GlobalResearch (traducción).

Directamente relacionado con este asunto del Climagate, me vienen al recuerdo aquellas filtraciones durante la Cumbre de Copenhague de 2009 que dieron pábulo a la polémica, y también aquel otro muy interesante artículo de Julie Lévesque (tradución) que indico más arriba, en mi comentario del día 11 de mayo.

Sin embargo, en diciembre de 2009 (durante la mencionada cumbre), la prensa oficialista trataba el aunto sin profundizar demasiado en el porqué del rechazo de los países emergentes al borrador de resolución.

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