El día 09 de noviembre es (fue) el teórico fin de plazo para identificar cualquier número telefónico de prepago. Quiero aprovechar esta oportunidad para rescatar un artículo que escribí el pasado 24 de febrero con motivo de ciertas noticias sobre el caso Marta Del Castillo. Un artículo en el que puse en relación estas noticias con el tema de la corrupción y el control de la población. Entre corchetes incluyo cualquier nuevo comentario que haya añadido con posterioridad.
Diario
Martes 24 Febrero 2009
Hoy era noticia que los padres de Marta Del Castillo (la chica desaparecida en Sevilla y a la que ya se da por muerta, pues su ex novio confesó días atrás la perpetración del crimen, eso sí, después de tres días a solas con la policía) se fueron a reunir en Madrid con el presidente del gobierno y el ministro del interior, para exponerles sus peticiones. Se confirma así la politización del caso, como ya se entreveía en las declaraciones de los padres ante la prensa la semana pasada (con agradecimiento incluido a la labor de las fuerzas de seguridad, talmente como si se tratase de un comunicado institucional). A las declaraciones del padre en favor de una legislación que obligue al cumplimiento íntegro de las penas, o la petición de un referéndum para la instauración de la cadena perpetua, se suman en los medios otros asuntos de temática más oscura y más controvertida también, como la incorporación del polémico sistema de alerta rápida, a imitación del que ya funciona en otros países (Francia, por ejemplo); eso sí, sin explicar en qué consistiría tal sistema. En la práctica, según se puede conocer por otras fuentes, estos sistemas se refieren a la utilización de las nuevas tecnologías de comunicación para implementar una vasta red de información y requerimiento en la que todos los ciudadanos sean susceptibles de ser utilizados como agentes vigilantes: por ejemplo, con avisos telefónicos inmediatos para dar a conocer el rapto de un menor y así alertar a la población y localizar más rápidamente al criminal. Pero por supuesto, una vez se dé el primer paso se habrá sentado precedente y, como sabemos, lo que se crea para un fin también puede servir para otros fines. La potencialidad técnica termina siempre por convertirse en imperativo moral (la Gestapo se anunció al pueblo como una necesidad, pero no hace falta argumentar cuál era su verdadera razón de ser).
Es en este contexto (el de la manipulación masiva) en el que se debe entender otra noticia en la que se anuncia el ultimátum del Ministerio del Interior para que todos los ciudadanos con tarjeta telefónica de pre-pago se identifiquen antes de nueve meses, en virtud de la Ley de conservación de datos de las comunicaciones electrónicas, publicada en el Boletín Oficial del Estado del día 19 de octubre de 2007 (la “ley del gran hermano”). O esas recientes polémicas entorno a las redes sociales de internet (ahí están las ofensivas de Facebook o Google por asimilar parcelas de control creciente). O aquella otra noticia del pasado viernes día 20, según la cual la policía afirma que “hay pruebas irrefutables" para juzgar a los presuntos culpables del asesinato/desaparición de Marta Del Castillo, noticia esta que resulta ser un claro ejercicio de propaganda y manipulación informativa a favor de los intereses de estado, además de un insulto a la inteligencia de los ciudadanos, pues ni las pruebas irrefutables son tal (al menos según lo que se ha hecho saber por la prensa), ni cualquiera mínimamente informado olvidará que en España no puede haber juicio por asesinato si no hay cadáver (aunque ya andan gentes por el país adelante con proposiciones no de ley para que se elimine la exigencia judicial del ´corpus delicti´ [me estoy refiriendo aquí a Rosa Díez, diputada de UPyD). Sobre esto, basta recomendar el visionado del largometraje de Pilar Miró titulado El Crimen de Cuenca]. E incluso si no se aplica en este caso la necesidad del corpus delicti, por cualesquiera condiciones excepcionales, sería muy difícil argumentar que esas condiciones de excepción se den justamente en este caso, cuando lo más racional es pensar que hay intereses poderosos que remueven las aguas para: 1) desviar la atención de la gente fuera de los asuntos que le afectan más directamente [como por ejemplo, los diversos modos en que el término “Crisis Económica” es utilizado para engañar y explotar a la población obrera]; 2) zanjar la cuestión concreta del asesinato/desaparición demonizando a un [chivo expiatorio, pues] existen razones más que fundadas (todos los informes de Amnistía Internacional sobre la tortura en España, por ejemplo) para pensar que la confesión del ex novio fue forzada; 3) dar inicio a la ya mencionada campaña propagandística para la reforma del código penal, posibilitando una manipulación masiva que ponga a la gente a favor de la adopción de ciertas medidas represivas como son el sistema de alerta temprana o el endurecimiento de las penas.
Esto es, en definitiva, lo que la oligarquía china estuvo probando con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos de Pekín: la implementación y puesta de largo de lo que Naomi Klein llama el “Estado Policial 2.0” (recomiendo el artículo de la mencionada autora, titulado Los JJ.OO. de Pekín: presentando el Estado Policial 2.0). Una vez se ha demostrado en China su viabilidad técnica y social, los goebbelianos estados occidentales ya pueden incorporarlo con la misma sutileza con la que nos han hecho tragar los derechos de autor, los transgénicos o la guerra contra el terror. [Y es en este contexto en el que debemos entender y analizar la incorporación del Sistema Integral de Interceptación de las Comunicaciones Electrónicas (Sitel) en España, gracias al cual entramos en una nueva fase de implementación de las políticas al estilo Gran Hermano, tal como George Orwell las entendió.]
Estos días [febrero 2009], con motivo de la desaparición de Marta en Sevilla, volví a la lectura de material sobre el “caso Alcasser”, para contrastar así la hipocresía de los medios de comunicación. Y el humor macabro del destino quiso que justamente ayer (lunes 23) comenzase el juicio contra Fernando García (padre de Miriam, una de las tres niñas de Alcasser asesinadas) y otras tres personas, por injurias, en un programa televisivo del Canal 9, contra algunos de los máximos responsables en la investigación de los asesinatos en aquel infame 1992, año en que España se subió al carro del neoliberalismo. El hombre se enfrenta a una pena que podría llegar a los 16 años de cárcel. Vi la noticia en uno de esos minúsculos recuadros de noticias breves que el diario 20minutos pone en la zona superior de sus páginas, con una fotografía del tal Fernando García.
Es curioso cómo el caso Alcasser se entierra (y con él se entierran también todas las vergüenzas insoportables que deja entrever a quién quiera verlas) mientras con los mismos procedimientos (el asesinato selectivo de ciudadanos comunes) se sigue generando la dinámica de un negocio rentable y completo. La consigna es clara: “Mata a uno, aterroriza a miles”. Y, ya de paso, nos hacemos con material de carne y hueso con el que satisfacer ciertas perversiones propias de las clases sociales más poderosas, esas constituidas por individuos que, dado su elevado poder adquisitivo, encuentran muy difícil el procurarse experiencias límite que “llenen sus vidas” y les sacuda el tedio existencial al que todo ser humano es sometido cuando no tiene que deslomarse, física y mentalmente, para subsistir. Es claro: si conducir coches de 500 caballos de potencia ha sido para mí algo normal durante toda mi vida, difícilmente podrá el arte de la automoción aportarme nuevas experiencias que me emocionen. Y lo mismo en todos los aspectos de la vida, de tal modo que transgredir la ley impunemente se convierte en una de las pocas opciones de ocio realmente estimulantes (a quienes desconozcan la obra de Pasolini, les recomiendo su película Saló o los 120 días de Sodoma). Y no me estoy refiriendo aquí a ese mito burgués que dice que “el poder corrompe” (una clara falsedad apologética orientada a mantener lejos del poder a aquellos que reclaman justicia en forma de equiparación social), sino que me refiero más bien al hecho de que cierta forma de vida material implica cierta forma de conciencia social (quien afirmó esto lo hizo después de pasar casi 20 años de su vida en la biblioteca de Londres estudiando la historia de la humanidad). La alcurnia y lo atroz han ido siempre de la mano. En su obra, el dibujante y guionista de cómics Miguel Ángel Martín ilustra esto como nadie.
Y vaya por delante que personalmente no tengo nada en contra del asesinato. Matar es un derecho caprichoso que el ser humano es libre de concederse a sí mismo (lo mismo que el derecho a la vida). Ahora bien, esa libertad implica también la afirmación de la radical igualdad entre todos los individuos, lo cual implica a su vez el reconocimiento del derecho de otro a matarme. Tan sólo una moral del respeto (respeto basado en ese reconocimiento de la radical identidad entre los distintos seres humanos) puede interponerse entre el vivir y el morir. Dicho más llanamente: aquellos que matan, también deben estar dispuestos a que se les mate. Mi opinión es que efectivamente la sociedad debe defenderse, en su conjunto, de los asesinos y pedófilos. Hay que acabar con esta lacra. Así que, siendo consecuentes, dejemos a un lado [los chivos expiatorios] y los criminales circunstanciales, y apresemos y juzguemos de una vez a la burguesía de este país. Ellos son los que tienen el poder económico para permitirse ciertos juegos y fetiches. Cualquier otro proceder no significará otra cosa sino que excusamos la verdadera culpabilidad.
Sólo desde el reconocimiento del más genuino derecho a matar podré elegir no ejercerlo. Quien considera el asesinato como una falta (contra dios, contra la moral o contra las reglas de la pragmática) está condenado a ser verdugo y víctima al mismo tiempo. Porque, encastrado en la dinámica histórica de las sociedades y sus respectivos cuerpos de leyes (que no son más que el compendio de convenciones sociales fruto de las circunstanciales condiciones materiales de existencia), no puede adoptar una posición de principios; no puede elegir sino tan sólo cumplir (o no cumplir) la reglas; no tendrá posibilidad crítica para distinguir su capacidad volitiva de los usos y costumbres. Y así, terminará respetando la vida o provocando la muerte según las circunstancias materiales le impongan uno u otro destino.
En este país hay muchos asesinos de alta alcurnia y esto hay que decirlo bien alto y bien claro, salvo que las lágrimas por las víctimas no sean más que una pura representación hipócrita. No debe ser casualidad que la mayoría de desapariciones, violaciones, torturas y asesinatos de menores en este país se producen desde principios de los años 90 en la mitad sureste de la península, que es justamente la región de España donde habitan más multimillonarios. Veamos lo que dice Iñaki Gil de San Vicente en su estudio [de 2007] sobre el capitalismo español:
“[...]El boom económico [...] es incomprensible sin la fusión entre todas las formas de economía sumergida y la oficial, lo que explica la sobreabundancia de billetes de 500 €. Para finales de octubre de 2006 el Estado español había emitido el 26,04% de los billetes de 500 € de toda la UE, cantidad desproporcionada a su peso económico. Teniendo en cuenta que los billetes de 500 € cumplen la función de agilizar el
componente criminal de la economía sumergida y de facilitar su blanqueo, nos hacemos
una idea de su influencia total en el capitalismo español al saber que del billete de mayor
circulación, el de 50 €, hay 3.700 millones de billetes en circulación con valor de
186.000 millones-€, mientras que el valor de los 407 millones de billetes de 500 €
alcanza los 203.000 millones-€. Una economía sumergida que llega al 23% del PIB
necesita más billetes de mucho valor, lo que explica el descenso de billetes menores,
como los de 100 €, que se usan cada vez menos.[...] La expansión de todos estos años exigía billetes en abundancia, y esa demanda se solucionó con un incremento interanual entre septiembre de 2005 y septiembre de 2006 del 23,96% en la emisión de billetes de 500 €. Billetes que se usan en un 80% en el triángulo cuyos vértices son Madrid, Levante y la Costa del Sol, zona que ha movido
nada menos que el 20% de todos esos billetes existentes en la UE.[...] Precisamente dicho triángulo es el que absorbe el grueso de la economía criminal altamente desarrollada en la que intervienen los 480 grupos de delincuentes internacionales identificados por la policía en 2005.[...]”
A este respecto son notables las últimas noticias en España sobre tramas de corrupción y vínculos “cinegéticos” entre poder político y poder judicial. ¡Una ilustre sinvergüencería!
Precisamente Fernando García, el padre de una de las niñas de Alcasser torturadas (y que conste que hablo de torturas “refinadamente” ejecutadas porque no se puede concluir otra cosa tras la lectura de los informes contenidos en el sumario) tuvo su momento de fama más resonante cuando en [un programa de televisión] identificó con nombres y apellidos (ilustres) a los que él consideraba como implicados en una red clandestina de vídeos de torturas (así se introdujo en España, por la puerta grande, el concepto de snuff-movie [más tarde apuntalado por el trabajo cinematográfico de Alejandro Amenábar]). ¡Bienvenidos al capitalismo del siglo XXI! ¡Pasen y vean!
Ciertamente, yo podría creer que hay en esto algo de mentira, o teoría de la conspiración, o la desesperación de un padre que no sabe detenerse en su afán acusador. ¡Lástima que yo no utilice la fe como forma de conocimiento! Las cosas las conozco racionalmente o no las conozco. Punto. Cuando uno se interesa por una cuestión la investiga, y si no tiene los medios para investigar, al menos acopia tantos documentos como pueda. Y los documentos sobre “el caso Alcasser” son abundantes. Un compendio excepcional por cuanto aglutina en su forma más elaborada todas las miserias de este país. Y, muy particularmente, se pueden entrever las miserias de las clases media y obrera que, siendo una mayoría cualificada y, supuestamente, con la condición de libre ciudadanía, prefiere girar la cabeza para otro lado y calmar la conciencia simulando que entiende y acepta la versión oficial (versión oficial que en el caso Alcasser, por cierto, ni siquiera existe; simplemente han cogido la “confesión” de Miguel Ricart y la han dado por válida, contradicciones incluidas).
¡Pero que nadie en este país se alarme! Para el caso de hoy ya está detenido el ex novio de Marta. Ya tenemos un chivo expiatorio mediático. Marta no es de Alcasser. Incluso se puede pensar que no tiene nada que ver con aquello (ya muy lejano en el tiempo) ni con ninguno de los muchos asesinatos que vinieron después (alguno célebre por llevar a la cárcel a una mujer, Dolores Vázquez, al principio la asesina más allá de toda duda, a la que, sin embargo, años después hubo que liberar por causa de un nuevo asesinato que dejó al descubierto un chivo expiatorio más apropiado). Hubo incluso, el año pasado, un individuo que mató a su ex pareja con “ayuda” de un programa de televisión. Pero a esto último lo llaman violencia de género y así parece que ya no estamos hablando de lo mismo. Otros, en cambio, matan gente a docenas y de un sólo golpe, pero como son asesinos de alta alcurnia se entierra el asunto y aquí no ha pasado nada (porque, además, condenarlos salpicaría de mierda a mucha gente “importante”). Veamos sino cómo el accidente del avión de Spanair se ha silenciado en tiempo récord [para meses después tener un amago de resurrección, nuevamente silenciado]. O cómo cada día mueren trabajadores en sus puestos laborales sin que eso se considere asesinato. ¡Qué vergüenza de país!
Con el linchamiento mediático del presunto asesino de Marta, eso sí, podemos conjurar todos los males del pasado y del porvenir, incluido el mal sabor de boca que “el caso Alcasser” dejó en muchos ciudadanos.
Este trozo de realidad que me pertenece y al que pertenezco me mata lentamente. Es como en aquellos carteles electorales de Liberia en 1997. Hubo allí elecciones “democráticas” y la propaganda electoral que pedía el voto para Charles Taylor, el hombre fuerte de los Estados Unidos en Liberia (un pequeño paraíso del caucho a bajo precio con el que Firestone mantiene su imperio sobre ruedas), decía cosas como: “Mejor el diablo que conoces que el ángel que no conoces”, o también: “Él mató a mi mamá, mató a mi papá, pero voy a votarle de todas maneras”. Y ganó aquellas elecciones con el auspicio de la ONU y los USA, que sin embargo no soportan a otros “dictadores” que hablan de nacionalizar recursos naturales.
George Orwell lo definió y nombró claramente: DOBLEPENSAR. En eso estamos.
Durán Vázquez
Siguiendo con el tema de la tortura en España, señalo estos artículos de hoy mismo, 11 de mayo de 2010:
http://www.gara.net/azkenak/05/198759/es/Mugica-Herzog-dice-ONU-que-no-halla-casos-tortura
http://www.gara.net/paperezkoa/20100511/198665/es/Que-denuncias-no-se-pudran-cajon
Algunas reflexiones que he escrito acerca de los derechos de propiedad intelectual y su verdadero objetivo como medio de control social:
Ya tenemos aquí el sistema de alerta rápida:
http://www.20minutos.es/noticia/814919/0/telefono/ninos/desaparecidos/
"España cuenta desde este miércoles con un teléfono para atender los casos de niños desaparecidos, el 116000,[...]"
"[...] un servicio que opera en 12 países de la UE y cuya gestión en España se ha adjudicado a la Fundación Anar, que se dedica a la ayuda a niños y adolescentes[...]"
"[...] Benjamín Ballesteros, director general de esta fundación dedicada a la Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo desde hace cuarenta años, ha destacado en rueda de prensa que la rapidez a la hora de denunciar la desaparición es "crucial" para salvar vidas, ya que ocho de cada diez menores asesinados -el 76,2%- fallecieron en las tres primeras horas del secuestro."
http://www.canariasaldia.com/noticia.php?noticia_id=223553
"[...] Estebaranz ha explicado que las funciones de esta línea telefónica, que abarca todo el territorio español, las 24 horas del día todos los días del año, con un carácter anónimo y confidencial, son, entre otras, prestar apoyo psicológico a los familiares de los menores desaparecidos y a las investigaciones de las Fuerzas de Seguridad del Estado, con las que ANAR tiene dos protocolos de intervención con el Ministerio del Interior y las Fuerzas de Seguridad del Estado.[...]"
http://www.larioja.com/rc/20100915/sociedad/menores-desaparecidos-telefono-europeo-201009151529.html
"[...] Aunque no existen datos oficiales, las platafomas que trabajan para atajar el problema hablan de cifras alarmantes. Cada año se registran en España unas 20.000 denuncias por desaparición de menores, cifra que asciende a 45.000 en Francia y que supera las 140.000 en el Reino Unido.[...]"
"[...] El director de Anar ha anunciado la puesta en marcha de una campaña que distribuirá folletos y carteles de información sobre este número -en la imagen aparece escrito sobre una ficha de puzzle en blanco que oculta la cara de un niño-, y que se distribuirán en aeropuertos, comisarias, cuarteles de la Guardia Civil, centros de enseñanza y oficinas de correos.
Se difundirán también en estos ámbitos pulseras para los menores con el 116000 y con espacio para personalizarlas, incluyendo el número de teléfono de los padres.[...]"
Podíamos leer en junio de 2009:
http://www.20minutos.es/noticia/475867/0/buscar/personas/desaparecidas/
"El Gobierno solicitará la colaboración ciudadana para encontrar desaparecidos."
"Interior desarrolla la primera base de datos sobre desaparecidos [...] Este nuevo sistema será utilizado conjuntamente por el Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil, los Mossos d’Esquadra, la Ertzaintza y la Policía Foral de Navarra, que han participado en su diseño y desarrollo. De tal forma que el proyecto permitirá una comunicación más efectiva y trabajo más coordinado entre las diferentes unidades policiales y cuerpos.[...]"
En definitiva, un "servicio al ciudadano" gestionado por una empresa privada y que en realidad debiera ser, si acaso, competencia exclusiva del estado; que implicará más directamente a la población en las paranoias consensuadas a través de los medios de comunicación; que crea alarma social utilizando datos no oficiales; y que ni tan siquiera se rige por los criterios legales más básicos: ¿¡anónimo y confidencial!?
¿Acaso ese teléfono no sirve para realizar denuncias, tal y como se afirma en el video de la rioja.com?
En un sistema legal con dos dedos de frente (cosa que no existe en una sociedad capitalista), las denuncias deben realizarse con el carnet de identidad por delante, salvo que lo que se pretenda sea propiciar la creación de conflictos sociales que conduzcan a una cultura del miedo, donde se criminaliza al conjunto de la sociedad para conseguir la sumisión de los individuos. Así se comprendería mucho mejor la Ley de conservación de datos de las comunicaciones electrónicas, publicada en el Boletín Oficial del Estado del día 19 de octubre de 2007, y conocida como Ley del Gran Hermano.
Fe de errata:
Dolores Vázquez, al contrario de lo que doy a entender en mi escrito, no fue puesta en libertad -tras 17 meses en prisión- porque apareciese un sospechoso más creíble, sino por decisión del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que anuló la sentencia del juicio que la condenó a 15 años de prisión. Fue liberada en 2002. Casualmente, en 2003, antes de que se repitiese el juicio, se produjo otro asesinato que condujo a la pista de un sospechoso más creíble que se confesó también culpable de la muerte por la que se había imputado a Dolores Vázquez.
Ahora bien, Dolores Vázquez salió bajo fianza de 5 millones de pesetas. Cabe recordar que no es considerada todavía inocente puesto que no se ha repetido el juicio. Sencillamente, se ha condenado a otra persona por el mismo crimen, pero ella no es todavía inocente a efectos jurídicos. En 2012, la Audiencia Nacional le denegó la indemnización que reclamaba.