El pasado sábado 14 de Julio, realicé la acción "Turning a Public Toilet into a Spa". Consistió en la instalación (sin ningún permiso u autorización oficial) de una ducha equipada con sistema de
hidromasaje en el baño público de la Plaza de George Orwell, en el corazón del barrio gótico de Barcelona.
Ademas de la ducha se disponibilizaba a los usuarios gel de baño y champú (de fabricación propia) así como toallas que
fueron repuestas con regularidad durante los tres días en que la ducha se mantuvo funcional.

La plaza de George Orwell, también conocida como Plaza del Tripi, constituyeun caso único dentro de la actual organización urbanística y social en la ciudad de Barcelona.
En la plaza conviven tres grupos diferenciados y antagónicos. Por un lado, las fuerzas del orden público, que patrullan continuamente la zona y estacionan en la misma sus vehículos antidisturbios, vigilando el cumplimiento
de la legislación vigente (incluida la
reciente y contestada ley municipal de
civismo).

El segundo grupo, conocido
popularmente como los Piratas, está
formado por, indigentes, traficantes y
consumidores que mantienen una
presencia constante en la plaza.
Son los Piratas los usuarios habituales
del baño público, de reciente construcción
y ya readaptado a los usos y necesidades
de este grupo humano.
En el se venían aseando precariamente
un gran número de indigentes, ademas
de ser un discreto punto de compra-venta
y consumo de estupefacientes.
El tercer grupo, más heterogéneo que
los dos anteriores lo integran los vecinos
residentes, clientes y trabajadores de los
establecimientos hosteleros de la plaza
(en la que se encuentran hasta cinco
terrazas) y los transeúntes ocasionales.
Este grupo adopta el carácter de público,
espectadores más o menos conscientes,
más o menos activos, de las evoluciones
que vigilantes e infractores desarrollan
en una continua y compenetrada
coreografía que solo ocasionalmente
eclosiona en episodios de violencia o
confrontación directa.
No obstante, el ambiente de observación
mutua, de rotativa posesión del terreno
se hace claramente perceptible en todo
momento.

rubensantiago.net

La instalación de la pieza se desarrolló
pues de espaldas a las fuerzas del orden,
contando con la complicidad de los
residentes.
Al incorporar un elemento funcional en
el interior de un dispositivo oficial como
este baño público (curiosamente, los
otros dos referentes impuestos desde
las instancias municipales son una
escultura y el primer sistema de vídeo
vigilancia instalado en la ciudad) supone
un ejercicio de desobediencia civil e
infiltración.
Esta infiltración, a pesar de partir de una
voluntad de ampliar los servicios públicos
al ciudadano, ha de ser generada desde
la ilegalidad.
De este modo, para conseguir los
necesarios suministros de agua y
electricidad , me vi en la necesidad de
intervenir contundentemente los
dispositivos antivandálicos con los que
este baño público está equipado.

El sistema de ducha fue extensivamente
usado por los habituales de la plaza en
los tres días que se mantuvo operativo,
antes de ser destruido por un grupo de
turistas ebrios, y posteriormente retirado
por el equipo de limpieza municipal.
Entre los usuarios del baño, las
especulaciones sobre el origen de este
inesperado equipamiento todavía se
mantienen.

Gracias a todos los colaboradores anónimos.

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